¿Qué son los tratamientos enzimáticos?

Recientemente se han extendido en el mundo de la belleza el uso de los tratamientos enzimáticos. Pero, ¿qué son las enzimas?

Las enzimas son un tipo de proteínas especializadas muy activas. Todas las reacciones metabólicas están reguladas por las enzimas y su función es la de catalizadores y reguladores biológicos. En cierto modo, podríamos decir que orquestan toda la actividad molecular en la piel y el cuerpo.

Actualmente se conocen varios miles de enzimas diferentes en el cuerpo que dan lugar a muchos más procesos, porque cada enzima puede participar en diversos procesos en diferentes órganos y con funciones variadas.

Las enzimas son fundamentales en el equilibrio corporal y, en cooperación con algunos minerales, forman la defensa celular con el sistema antioxidante. Centrándonos en la piel y teniendo en cuenta que es el órgano más grande del cuerpo, en ella trabajan muchos tipos de enzimas y coenzimas para regular sus funciones normales.

Tratamientos enzimáticos

En los tratamientos enzimáticos con los que trabajamos se utilizan diferentes combinados enzimáticos que eliminan las células muertas y desechos celulares en todas las capas de la piel, mejoran el nivel de agua en la misma y aumentan el aporte de oxígeno desde el interior del tejido cutáneo. Gracias a esto, las mitocondrias de las células se recargan de energía, lo que ayuda a que puedan mantenerse con vida el máximo tiempo de la forma más saludable posible y que así puedan cumplir mejor sus funciones.

El objetivo de estos tratamientos es estimular la actividad de las enzimas en el interior del tejido cutáneo para iniciar la recarga energética en las células vivas a través de la hidrólisis de las células muertas. Con ello, se mejora intensamente la capacidad de eliminación de desechos celulares y se aumenta la oxigenación interna. Esto es, ya que las células sólo se pueden dividir un número limitado de veces, es importante alargar sus ciclos vitales.

¿Por qué funcionan?

En cierto modo, el envejecimiento y el deterioro se producen como consecuencia de la oxidación de las células, o dicho de otro modo, de la pérdida del poder de las enzimas de combatir dicha oxidación. La acción de los tratamientos enzimáticos consigue eliminar las células muertas y los desechos celulares, mejorar su capacidad de limpieza de los mismos y aumentar la oxigenación de la piel. Con ello, se activan los procesos naturales de renovación, nutrición y rejuvenecimiento. Esto se traduce en la mejora y el mantenimiento de la salud y la belleza en la piel por medio de la mejora y la potenciación de la actividad enzimática.

¿Para qué pieles y problemas en la piel son recomendables?

Los tratamientos enzimáticos mejoran todos los estados y problemas cutáneos y producen efectos terapéuticos en todos ellos. Hemos comprobado que se logran mejoras espectaculares tanto en el rostro como en el cuerpo al tratar problemas como el acné, la rosácea, las manchas, en todo tipo y grados de envejecimiento cutáneo, la deshidratación, los edemas, la celulitis, las estrías.

Estos efectos no sólo consisten en el tratamiento y la mejora de los problemas cutáneos, en su apariencia, sino que también se produce una mejora generalizada de la piel. Además, la realización de estos tratamientos genera en las personas una profunda sensación de descanso y de reparación corporal por su efecto de drenaje linfático.

Y como todo, la mejor forma de entenderlo es experimentándolo por ti mism@. ¿Te apuntas?


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