Mejora tu piel con enzimas… a cualquier edad

Como dice el refrán, “es mejor prevenir que curar”. Siempre es mucho más fácil prevenir las afecciones y el deterioro de la piel que revertirlas; pero nunca es demasiado tarde para comenzar a cuidarse de una forma activa y efectiva.

Cuando vemos la piel apagada, envejecida o falta de luminosidad es porque se hace visible el deterioro de su correcto metabolismo bioquímico y celular. Para recuperar la belleza y la lozanía de la piel es necesario restaurar su funcionamiento óptimo.

Cuando la fabricación de colágeno se ralentiza, ocurre lo mismo en las fibras elastina. Esto se traduce en que la estructura interna de la piel se descompone, dando lugar a la flacidez y a una profundización del micro-relieve de las pequeñas líneas. En la parte más externa, las células muertas se acumulan en la superficie como parte de los mecanismos de defensa natural de la piel contra los ataques de los radicales libres y el daño solar. Esta acumulación de células desvitalizadas acentúa los signos del envejecimiento, convirtiendo las líneas finas en arrugas y haciendo que la piel se vea más arrugada, espesa y opaca.

Los tratamientos enzimáticos son una terapia facial de rejuvenecimiento integral muy intensivo. Con ellos utilizamos el poder de las enzimas y los factores de transferencia para impulsar los procesos metabólicos de las células de la piel para que funcionen de forma adecuada. 

Es muy importante para las células comunicarse de forma efectiva con el medio que las rodea. Con estos tratamientos se envían los mensajes apropiados a través de las membranas celulares, optimizando el funcionamiento celular para lograr su máximo rendimiento. Esto siempre se traduce en una mejora de la salud, la calidad y el aspecto de la piel. 

Muchos  procesos metabólicos se inician por la llegada a la membrana celular de la señal apropiada. Mantener en buen estado el sistema de comunicación celular facilita una buena actividad general  y una mejor respuesta adaptiva.

Para que algo funcione tiene que ser reconocido por la piel. Utilizando los principios de la bioquímica, DMK ha formulado una gama de tratamientos y productos diseñados para educar a la piel para que funcione como una piel joven y saludable. Las fórmulas de estos tratamientos se combinan con la química del cuerpo para lograr que la piel responda de una manera positiva, mejorando su funcionamiento.

Antes de comenzar el tratamiento, hacemos un análisis de las necesidades específicas de la piel que trataremos en la sesión. Revisamos todos los aspectos que influyen en las respuestas de la piel: alimentación, medicamentos, hábitos etc. y establecemos la terapia adecuada para cada persona.

Los pilares de nuestro sistema de cuidados de la piel son ELIMINAR, RECONSTRUIR, PROTEGER, MANTENER.

Para hacer llegar las enzimas y los factores mensajeros a las células vivas de la piel, el primer paso es despejar el camino. Es lo que llamamos eliminar las células muertas, y contamos con muchas formas diferentes de lograrlo y restablecer el pH adecuado. Liberar a la piel del exceso córneo permite  que las nuevas células que están debajo sean reconstruidas y se mantengan vivas.

El siguiente paso es lograr la homeostasis en los fluidos intercelulares para que lleguen los nutrientes, el oxígeno y el agua, los alimentos esenciales que son vitales para las células, además de todo un ejército de poderosos antioxidantes. Esto hace que las células ganen en vitalidad y resistencia.

Nuestros  tratamientos profesionales proporcionan resultados inmediatos y también a largo plazo, llegando al núcleo del problema y revisando el deterioro que hace que la piel envejezca de forma prematura. También a ayudan a fortalecerla para resistir las agresiones externas, las demandas ambientales y el deterioro cronológico

Nuestro complejo ecosistema cutáneo tiene una extraordinaria eficacia cuando recibe los cuidados adecuados. Gracia a ellos podemos disfrutar teniendo una piel sana, suave, hidratada y bonita.


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