Envejecimiento Digital

Luz Azul y Envejecimiento digital

Cada vez estamos más en contacto con la luz de equipos electrónicos. El tiempo en que estamos expuestos a la luz azul de móviles, ordenadores, tablets y televisiones se multiplica progresivamente, y esto produce efectos en el organismo.

La luz azul o HEV (High Energy Visible) también está presente en el sol y tiene una longitud de onda débil y un tipo de brillo intenso, deslumbrante que puede tener consecuencias en la visión, con dolores de cabeza y fatiga mental y física. Esta es una nueva forma de contaminación que puede alterar la producción de melatonina y los ciclos del sueño.

La luz azul puede provocar el envejecimiento prematuro de la piel porque debilita la barrera cutánea y produce daños celulares. Se observa que hay una mayor deshidratación y un incremento de las manchas. Es lo que comienza a definirse como envejecimiento digital.

También se están estudiando otras alteraciones en el tejido cutáneo, y cómo afecta a las moléculas receptoras de la luz, las opsinas, que están presentes en diferentes zonas de la piel.

Sufre especialmente la zona del contorno de los ojos y se acentúan los signos de envejecimiento y de fatiga. Las ojeras, bolsas y arrugas se incrementan, además de la tensión muscular acumulada por el ajuste visual y el parpadeo frecuente frente a las pantallas.

En el ecosistema de la piel tienen que funcionar muchos mecanismos de forma correcta para que todo el entramado celular cumpla sus funciones. Se está describiendo cómo el exceso de luz azul causa radicales libres que degradan la unidad celular y aceleran su deterioro. Así se altera la cadena de reacciones celulares que forman parte del equilibrio de la piel y participan en la sincronización de los relojes biológicos cutáneos.

Se sabe que existen diferentes tipos de moléculas que codifican la recepción de la luz: la opsina 1 (para la luz azul-violeta) y la opsina 2 (para la luz azul-verde) están  en las membranas de los queratinocitos, y la opsina 3 (luz azul) está de manera más difusa en la piel, pero sobre todo en las membranas celulares de los queratinocitos y melanocitos.

Este mecanismo falla cuando hay un exceso de luz azul porque las opsinas se saturan y se bloquean los mecanismos celulares adecuados. Se desarrolla un proceso de estrés oxidativo que altera las membranas celulares, pero también el ADN mitocondrial.

Como nuestro cuerpo tiende a defenderse, los melanocitos de nuestra piel aumentan la producción de melanina para combatir esa luz azul, que se traduce en manchas por hiperpigmentación irregular.

También se está observando como la luz azul actúa sobre las aquaporinas que se encargan del mantenimiento de la hidratación de la piel. La deshidratación del tejido cutáneo incrementa la producción de arrugas.

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Para contrarrestar los efectos de la luz azul tienes en los Tratamientos Enzimáticos que son  los mejores protectores del estrés oxidativo.

La terapia con enzimas mensajeras contienen sustancias antioxidantes, antirradicales libres y  activan la fortaleza de las membranas celulares. Las enzimas restauran el correcto funcionamiento celular en todas las capas de la piel y eliminan los desechos celulares del medio cutáneo.

El sistema Indiba Proionic también ayuda a equilibrar y fortalecer la piel. Optimiza la comunicación celular y refuerza las membranas celulares. Científicamente está comprobado como el paso de esta frecuencia electromagnética restaura el correcto funcionamiento celular en las capas más profundas de la piel.

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